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¿Embarazada y con insomnio?

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¿Embarazada y con insomnio?

Si te encuentras en esta situación, eres parte del 70% de las mujeres que afirman que durante el último trimestre del embarazo presentan problemas para dormir. ¿A qué se debe? Recuerda que tu cuerpo bombea más sangre para cubrir las necesidades tanto tuyas como de tu bebé, esta razón por si sola produce mucho agotamiento, sin embargo, hay otros factores que podrían estar impidiendo un descanso placentero durante la noche, según el sitio de Medline Plus (La Biblioteca Nacional de Salud de Estados Unidos) estas son las causas más comunes y algunas, por suerte, tienen solución.

Estoy embarazada y tengo insomnio

Visitas al baño. Trata de no tomar mucha agua con la cena, a pesar de que se recomiendan bebidas diuréticas naturales –como el agua de jamaica– para evitar la retención de líquidos, es importante que no las consumas un par de horas antes de irte a la cama.

Dificultad para respirar. Seguramente ya te has descubierto más de una vez jadeando aún sin estar haciendo ningún tipo de esfuerzo, esto se debe a que tu bebé hace presión sobre el diafragma. Aunque no es posible evitarla, sí puedes recostarte sobre tu lado izquierdo y ayudarás a tu cuerpo a bombear más fácilmente la sangre hacia tu corazón. Recuerda nunca dormir sobre tu lado derecho ya que puedes hacer presión sobre la vena cava.

Dolor de espalda. El peso del bebé hacia el final del embarazo puede afectar tu espalda baja. Para ello existen unos cinturones de velcro que “cargan” a tu panza, así no lidiarás tu sola con todo el peso y tu espalda te lo agradecerá.

Acidez gástrica. En el embarazo todo se vuelve más lento, los alimentos permanecen más tiempo en el estómago e intestinos lo cual puede provocar acidez. Por la noche y más al recostarse esto se potencializa. Es importante evitar azúcares y harinas blancas en la cena, ya que propician un ambiente ácido en el estómago. También puedes utilizar doble almohada de tal manera que la acidez tenga un camino cuesta arriba y le sea más difícil llegar hasta tu garganta, o utilizar la Almohada Tradicional o la Almohada Cirrus de Memory Foam que te proporcionarán la altura necesaria para lograr un buen descanso.

Estrés. La proximidad de un cambio de vida tan radical como el de convertirse en mamá puede provocar noches en vela mientras tu mente va a mil por hora y puede ocasionar problemas para dormir. No es suficiente pedirte que trates de relajarte, pero hacer respiraciones continuas y sentir cómo entra el aire a tu sistema, cómo sale y concentrarte en esa acción (la forma de meditación más básica) mientras tratas de quedarte dormida puede ser de gran utilidad para conciliar el sueño.

Almohada incorrecta. En el embarazo el cuerpo requiere de mayor soporte para lograr una posición cómoda, por lo que una almohada larga, pensada especialmente para dicha condición podría ayudarte muchísimo a que logres un mejor descanso. La Almohada Body Pillow de Memory Foam es una excelente opción que provee la estabilidad que una embarazada necesita para el buen dormir.

Recuerda nunca automedicarte para combatir el insomnio, el reflujo ni ningún tipo de dolor y mucho menos estando embarazada. Antes de comprar cualquier medicamento de venta libre es importante que lo consultes con tu ginecólogo.

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