Típico: regresas de vacaciones y la primera semana eres un zombie que no puede concentrarse porque dormiste fatal y te sientes totalmente desmotivado. Volver a la rutina después de haber roto con las costumbres de sueño, comidas y horarios por algunos días nos hace perder aquella sensación de libertad y nos quita toda motivación cuando volvemos a la realidad, a eso se le llama síndrome post vacacional. La cuesta de enero afecta a tu rutina.
Aunque realmente es el paso de los días lo que hará que estés al cien con tu rutina diaria, te dejamos algunos consejos que podrán aligerarte el camino.
No te enganches en el pesimismo.
En lugar de contar los días para saber cuánto falta para el siguiente asueto, mejor recuerda lo bien que la pasaste en tus vacaciones y que quizás si no fuera gracias a tu trabajo no hubieras podido cubrir esos gastos. Haz una lista de las cosas buenas que te aporta tu trabajo a nivel social, económico y emocional, verás que le debes mucho a ese escritorio. Si no trabajas, pero te sientes así por volver a la universidad o a la rutina diaria en casa, haz lo mismo, muchas veces somos más afortunados de lo que nos damos cuenta y basta con hacer un ejercicio tan sencillo como ese para abrir los ojos y valorar más las cosas buenas.
Hazte de un horario.
Los primeros días pueden ser complicados, pero mientras más disciplinado seas para obligarte a respetar los horarios que solías cumplir, más rápido volverás a tu rutina. Ponte una alarma para todo: cenar, dormir, hacer ejercicio, etc. suena un poco absurdo, pero si tienes la fuerza de voluntad para cumplirlo verás que todo se vuelve más fácil.
Anticipa esta sensación.
Antes de salir de vacaciones estás más motivado por pensar en los días de descanso que se aproximan, aprovecha esto y adelanta todo lo que puedas para que al volver no sientas que te cae una avalancha encima y tengas más tiempo para adaptarte sin sentir tanta presión.
Concientízate.
Habla con tus compañeros para que te des cuenta de que todos se sienten igual y no eres tú el único bicho raro que siente los primeros días de vuelta al trabajo como si nada en la vida tuviera sentido. La mayoría de la gente experimenta el Síndrome Post vacacional y desaparece, según estudios de SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés) después de los primeros 15 días que se retoma la rutina habitual.
No dejes de hacer lo que te gusta.
No porque vuelvas al trabajo significa que le debes de dedicar tu vida al 100% a tu profesión. Reserva momentos en la semana, ya sea los fines o al salir de trabajar, para hacer cosas que te gustan como reunirte con amigos, practicar algún deporte en equipo, ir al cine, acudir a clases de cocina, etc. Así tu mente en lugar de pensar en lo lejanas que se ven las siguientes vacaciones tendrá un acontecimiento más próximo con el cual motivarse.
Ayúdale a tu sueño.
Si te cuesta trabajo dormir los primeros días hay muchas formas naturales para lograrlo. Meditar, tomar tés relajantes, escuchar música o podcasts o utilizar aromaterapia son algunos ejemplos.
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La cuesta de enero afecta a tu rutina. Si pasan los días y el síndrome post vacacional no desaparece quizás estés experimentando un tipo de depresión. Acude con un especialista para que te ayude.