¿Cuántas veces hemos imaginado llegar a nuestra casa sólo para poder dormir? Dormir y descansar ¿Cuánto hemos imaginado esa sensación de comodidad, ese merecido descanso?
Hemos imaginado las mejores noches de nuestra vida y es un hecho que no siempre las conseguimos. De hecho, rara vez despertamos sintiéndonos totalmente descansados y sabedores de que fue una buena noche de sueño. Tanto así que cuando lo conseguimos incluso lo podemos presumir, comentarlo como una situación atípica, un regalo inesperado: ¡Hoy dormí delicioso!
Ahora imagina que estas noches atípicas se hacen rutina, que tu colchón está en perfecta armonía con tu cuerpo, que no giras por las noches ni te despiertas para acomodar la almohada, que no te duele el cuello por las mañanas y que incluso dejas de roncar. Imagina que el peso de tu cuerpo se reparte por toda tu figura y no sólo hace presión en los hombros, cadera o rodillas. Imagina que es tu cama la que se adapta a tu postura y no de otra manera. Imagina que todo esto es posible, que todas las mañanas puedes sentir la alegría y la fuerza de una persona en plenitud.
Imagina que sueñas a la medida, que tú colchón y tú almohada son únicos y te dan una sensación de ingravidez, te mantienen fresco, cómodo, en una sensación de total confort. Son las noches perfectas las que te preparan para los grandes días, así que imaginamos dormir como nunca antes, siempre, creando mejores días con sólo mejorar las noches. Dormir y descansar.
Imaginas y sabes que es posible. Imaginas Memory Foam.